El grupo bancario estadounidense Citigroup estaba amenazado por una quiebra inminente. No se trataba de un problema de liquidez, sino de un problema de solvencia. El Gobierno no permitirá que caiga la entidad. Por eso, el Tesoro americano y la Corporación Federal de Garantía de Depósitos han intervenido directamente para salvar el banco. Inyectarán 20.000 millones de dólares (unos 15.500 millones de euros) en el banco, procedentes del plan de rescate aprobado por la Cámara, a través de la compra de acciones preferentes y proveerá protección a activos tóxicos por valor de 306.000 millones (algo más de 238.000 millones de euros) para limitar pérdidas futuras. Las probabilidades de salvación del Citi ahora son elevadas; el mercado así lo reconoció elevando la cotización de sus acciones en más del 50%.
No es necesario insistir demasiado en que el sistema financiero debe ser salvado para evitar una catástrofe mayor. La quiebra del Citi hubiera comprometido a toda la banca estadounidense y, de paso, a la de casi todo el mundo. La intervención debe entenderse como un mecanismo de urgencia que evita daños mayores. La modalidad tampoco es discutible. El Tesoro participará en el capital, pone dinero a cambio de acciones y obtendrá rentabilidad por ello si el banco sale a flote.
No es necesario insistir demasiado en que el sistema financiero debe ser salvado para evitar una catástrofe mayor. La quiebra del Citi hubiera comprometido a toda la banca estadounidense y, de paso, a la de casi todo el mundo. La intervención debe entenderse como un mecanismo de urgencia que evita daños mayores. La modalidad tampoco es discutible. El Tesoro participará en el capital, pone dinero a cambio de acciones y obtendrá rentabilidad por ello si el banco sale a flote.
VIDEO : http://fr.youtube.com/watch?v=8O-D_H9ycnY
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